
Invertir en buenos sillones y sofás es esencial para que tu salón luzca lo más posible en términos de interiorismo y decoración. El sofá es, sin lugar a dudas, el rey de la sala y a veces hasta el mueble estrella de la casa entera. En él pasarás muchas horas y por él pasarán muchas personas a lo largo del tiempo, por lo que debes elegirlo poniendo en ello tus cinco sentidos.
Tamaño y forma, tapicería, diseño… A continuación te contamos en qué debes fijarte para acertar con el sofá de tu casa.
Cinco puntos a tener en cuenta para dar con los mejores sillones y sofás
- Tamaño y forma
Todo depende de las dimensiones del salón y de tu situación: no es lo mismo vivir solo en un estudio que una casa con niños, por ejemplo. Y aunque dispongas de espacio suficiente, tampoco tiene sentido que el sofá sea demasiado grande si no necesitas tanto espacio.
Además, hoy en día el mercado ofrece muchísimas alternativas para adaptarse a tus necesidades: sofás con chaise longue, sofás cama, sofás modulares (como el de la imagen de abajo), con reposacabezas, con almacenaje, etc. Y de todas las alturas y profundidades.
- Tapicería
¿Algodón, piel, chenilla, técnica? Cada material tiene unas características diferentes. El algodón es resistente y no se deforma con facilidad; la piel es muy duradera; la chenilla se arruga poco y tiene un acabado aterciopelado y el tejido técnico, muy novedoso, es el mejor aliado contra las manchas, ya que se limpia fácilmente.
- Armazón y relleno
El material con el que se esté fabricado el sofá determinará su vida útil. En este sentido, un armazón sólido, con una buena base y un relleno de calidad será determinante. Los más resistentes son de acero o madera.
- Diseño y color
No es necesario renunciar a la estética por el confort. Son compatibles, y la clave está en encontrar el equilibrio entre ambos.
El diseño de los sillones y sofás debe estar en consonancia con el estilo del espacio en el que se encuentra. Las formas redondeadas son perfectas si buscamos sofás clásicos; los sofás elevados, para lugares pequeños…
Respecto a los colores, lo más adecuado es escoger tonos neutros que sean fácilmente combinables o, por el contrario, que nos permitan buscar el contraste con las demás telas (cortinas, alfombras, mantas, etc.) y muebles del salón. Recomendamos los tonos tierra, los grises y los beiges.
También conviene ser práctico: si tienes niños pequeños o mascotas, descarta los colores demasiado claros y opta por otros más oscuros y sufridos.
- ¿Calidad o precio? Ante todo, comodidad
Encontrar algo bueno, bonito y barato es posible, pero siempre tendrás que priorizar una de las tres. Es mejor gastar un poco más e invertir en calidad, pues no solo estamos hablando de diseño, sino también de salud y confort.
Siéntate, túmbate y comprueba que te resulta cómodo. Limitarte al diseño es un error. Como suele decirse… ¡a veces lo barato sale caro!